Continuando con mi historia… me fui a vivir con la que, en su momento, fue la amante de mi marido. Estuvimos juntas casi dos años, los cuales, quizá fueron los mas alocados que he tenido a lo largo de toda mi vida, ya que la suma de las emociones, las caricias, los besos y los revolcones extremos, hicieron en mi más que una aventura.
Una mañana desperté, me vi en el espejo y me dije “¿qué estoy haciendo con mi vida?” definitivamente era bisexual, ya que me gustaba ver hombres y mujeres, pero ese no era el tema, la situación era que estaba viviendo algo extremo y era momento de salir de esa relación y retomar mi vida.
Asi que platiqué con mi pareja y le dije que no podia seguir viviendo asi, y ella me dijo “yo tampoco puedo estar así, pero no sabía como decírtelo”, no era la reacción que esperaba, pensé que sería algo negativo, pero fue así como terminamos nuestra relación.
Han transcurrido tres años, ahora vivo sola, me he tomado el tiempo para conocerme, explorarme y encontrarme nuevamente para decidir cuáles serían mis siguientes pasos.
Conté mi historia a algunas personas y me di cuenta, cuando escuchaba a los demás, que todos tenemos momentos oscuros en nuestras vidas. Puedo decirles que hice todo lo que se puedan imaginar, también les puedo decir que no me arrepiento de nada, puesto tomé la decisión de retomar mi vida a tiempo. Me he juntado dos veces con el que fue mi marido y la misma cantidad con la que fue mi amante.
La vida es tan corta que muchos creen que disfrutar es experimentar algo extremo y el vivir es solamente eso vivir, con la libertad que nos da la responsabilidad de enfrentar y caminar todos los dias en el espacio donde nosotros nos sintamos bien y hagamos el bien.
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